martes, 11 de noviembre de 2014

CORRIENTES DE DESARROLLO



DESARROLLO SUSTENTABLE

El desarrollo sustentable, permite satisfacer las necesidades actuales sin comprometer las posibilidades de las generaciones futuras. Esto quiere decir que las actividades económicas basadas en la explotación del petróleo, por citar un ejemplo, no son sustentables ya que el petróleo es un bien no renovable que se agotará tarde o temprano y que causa daños al medio ambiente.

De esta manera, gracias a este tipo de desarrollo lo que consigue son dos cosas fundamentales. Por un lado, se apuesta de manera contundente por proteger el entorno natural que nos rodea; y por otro, lo que se hace es lograr una mejor calidad de vida para los ciudadanos.

El concepto desarrollo sustentable se relaciona directamente con la llamada crisis ambiental, que no es un fenómeno reciente o nuevo pues sus primeras expresiones comienzan a ser analizadas en la década de los años sesenta del siglo pasado (hace casi cincuenta años). Al respecto, diversos autores señalan que es claro que los problemas socio-ambientales generados por el capitalismo, modelo de desarrollo depredador de la naturaleza y de las culturas, comienzan a evidenciarse precisamente en las últimas décadas del siglo XX.

Entre los factores clave del desarrollo sustentable, se encuentra el crecimiento poblacional, la demanda energética, el cambio climático, la escasez de recursos y del agua, y el manejo de residuos.

El desarrollo sostenible se basa en tres factores: Sociedad, Economía y Medio ambiente.

El ámbito del desarrollo sostenible puede dividirse conceptualmente en tres partes: ecológico, económico, y social. Se considera el aspecto social por la relación entre El bienestar social con el medio ambiente y la bonanza económica. El triple resultado es un conjunto de indicadores de desempeño de una organización en las tres áreas, pero que tiene cuatro dimensiones básicas:

·         Conservación.

·         Desarrollo (apropiado) que no afecte sustantivamente los ecosistemas.

·         Pazigualdad, y respeto hacia los derechos humanos.

·         Democracia.

Se deben satisfacer las necesidades sociales y de la población, en lo que concierne a alimentaciónvestimentavivienda, y trabajo, pues si la pobreza es habitual, el mundo estará encaminado a catástrofes de varias clases, incluidas las ecológicas y las humanitarias. Asimismo, el desarrollo y el bienestar social están limitados por el nivel tecnológico, los recursos del medio ambiente, y la capacidad del medio ambiente para absorber los efectos de la actividad humana.

Ante esta situación, se plantea la posibilidad de mejorar la tecnología y la organización social, de forma que el medio ambiente pueda recuperarse al mismo ritmo que es afectado por la actividad humana, para de tal forma evitar un déficit de recursos.

En resumen, el desarrollo sostenible o sustentable es un concepto desarrollado hacia el fin del siglo XX como alternativa al concepto de desarrollo habitual, haciendo énfasis en la reconciliación entre el crecimiento económico, los recursos naturales y la sociedad, evitando comprometer la posibilidad de vida en el planeta, ni la calidad de vida de la especie humana.

DESARROLLO HUMANO SUSTENTABLE

"El desarrollo humano entraña mucho más que el simple aumento o disminución del ingreso nacional. Significa crear un entorno en el que las personas puedan hacer plenamente realidad sus posibilidades y vivir en forma productiva y creadora de acuerdo con sus necesidades e intereses. Los pueblos son la verdadera riqueza de las naciones y, por ende, el desarrollo consiste en la ampliación de las opciones que ellos tienen para vivir de acuerdo con sus valores (Dután H. 2003)

..." Un elemento fundamental para la ampliación de esas opciones es el desarrollo de la capacidad humana, es decir, las múltiples cosas que la gente puede hacer  o ser en la vida. Las capacidades esenciales para el desarrollo humano son vivir una larga vida y sana, tener conocimientos, tener acceso a los recursos necesarios para alcanzar un nivel de vida decoroso y poder participar en la vida de la comunidad."

..."En la búsqueda de "ese algo más" el desarrollo humano comparte una visión común con los derechos humanos. El objetivo es la libertad humana, la cual resulta vital para el desarrollo de las capacidades  y ejercicio de los derechos. Las personas deben tener libertad para hacer uso de sus opciones y participar en las decisiones que afectan sus vidas. El desarrollo humano y los derechos humanos se refuerzan mutuamente, ayudan a garantizar el bienestar y dignidad de todas las personas y fomentan el respeto por sí mismas y por las demás."

Una de las capacidades para alcanzar el desarrollo humano es la innovación en la esfera tecnológica" gracias a los avances decisivos en las esferas digital, genética, y molecular, se amplió el ámbito en que la humanidad puede emplear las aplicaciones tecnológicas  para erradicar la pobreza.

"La tecnología no es intrínsecamente buena ni mala. Los resultados dependen de su aplicación, ....Muchas tecnologías son instrumentos del desarrollo humano que permiten a las personas elevar sus ingresos, vivir más con mejor salud, disfrutar de mejores niveles de vida, participar más activamente en sus comunidades y llevar vidas más creativas....La tecnología es como la educación: permite a las personas salir de la pobreza".

"Las innovaciones tecnológicas son una expresión de la potencialidad humana, mientras más elevados sean los niveles de educación, más notable será la contribución a la creación y la difusión de la tecnología. Más científicos podrán dedicarse a la investigación y el desarrollo, y más agricultores y obreros de mayor nivel de educación podrán aprender, dominar y aplicar las nuevas técnicas con mayor facilidad y eficacia. Además, la libertad social y política, la participación y el acceso a los recursos materiales crean condiciones  que alientan la creatividad popular".

El concepto de desarrollo ha sido asumido con una jerarquía del crecimiento económico y condicionado a la capacidad técnica, de otro lado, el supuesto desde el cual se convoca parte de que la riqueza que se crea  por sí misma impulsa un desborde de beneficios que cobija a todos los sectores de la sociedad, incluyendo a los artífices de la producción

DESARROLLO TERRITORIAL

Los enfoques territoriales conciben el territorio tanto como un espacio geográfico como una construcción histórica. La dimensión geográfica del territorio consiste en su superposición total o parcial (más frecuente) con una entidad geofísica definida mediante criterios ecológicos, como una cadena montañosa, una cuenca hidrográfica, una isla o una micro región climática. La dimensión histórica del territorio está definida por factores relacionados con la presencia y la permanencia del hombre, como la etnicidad, una particular orientación productiva (p. ej., el predominio de un sistema agrícola específico, cultivo o empresa agroindustrial) o, muy a menudo, la existencia de una entidad geopolítica local (como un municipio). Estos factores determinados por el hombre configuran una identidad territorial, que se advierte en el sentimiento de pertenencia a ese territorio compartido por sus habitantes (con niveles variables). De hecho, dicha identidad representa el indicador básico de la existencia de un territorio en calidad de construcción histórica.

Por lo general la identidad territorial es más evidente en las zonas geográficas pequeñas, como una comunidad rural. En las unidades territoriales de mayor tamaño esa identidad puede ser más débil, por ejemplo en un departamento, región, nación o incluso una formación histórica transnacional (como América Latina en su conjunto). Sin embargo, los enfoques territoriales no consideran estos micro-territorios o macro-territorios escenarios apropiados para el proceso de desarrollo territorial. En su lugar, se centran en territorios suficientemente pequeños para permitir una pronta y considerable identificación por parte de los agentes sociales y suficientemente grandes para contener los activos naturales, económicos, sociales, tecnológicos, financieros, jurídicos y políticos necesarios para impulsar el desarrollo sostenible. En la práctica, esas unidades medianas corresponden a los niveles inferiores de la estructura territorial administrativa del Estado-nación descentralizado, es decir a los municipios o conjuntos de municipios (las mancomunidades), o a cualquier otra unidad territorial en la que las instituciones de la sociedad civil y las estructuras administrativas locales se interrelacionan directamente. Desde esta perspectiva, el concepto de desarrollo territorial sustancialmente coincide con el de desarrollo local.

Los enfoques territoriales, abordan la situación general de un territorio a cualquier momento dado, como el resultado de un proceso que abarca múltiples factores, como son la base de recursos naturales, la distribución de los modos de vida en la sociedad, la disponibilidad de conocimientos especializados adecuados, la eficiencia de la administración local, la eficacia de los vínculos entre los medios rural y urbano y la capacidad relativa para participar en los mercados nacionales e internacionales. Este proceso se desenvuelve de forma espontánea y refleja los factores endógenos “de repulsión” y los factores exógenos “de atracción” (que se originan en los entornos económicos y políticos nacional y mundial en los cuales se encuentra inmerso el territorio local). El supuesto básico de los enfoques territoriales consiste en que los agentes locales tienen la posibilidad de ejercer un mayor control sobre el cambio generado por los factores endógenos y exógenos a fin de maximizar los elementos y factores que sostienen el desarrollo rural y minimizar los que producen un impacto perjudicial en la identidad local ambiental, económica, social y cultural. En otras palabras, es posible promover una mejor gestión de las dinámicas territoriales. En el decenio de 1990 esto pasó a denominarse “ordenamiento territorial”.

El concepto de ordenamiento territorial nace de las políticas verticales impulsadas por el Estado, dirigidas hacia la ordenación de los recursos naturales o de los ecosistemas de mayor importancia. No obstante, en cuanto el desarrollo sostenible dejó de centrarse en los vínculos entre la economía y el medio ambiente para dar paso a una relación de equilibrio más general entre los costos y los beneficios a corto y a largo plazo (y su distribución), el campo de acción del ordenamiento territorial se expandió hasta abarcar no sólo la ordenación de los recursos naturales sino el desarrollo territorial en general. Además, una vez que el término “ordenamiento” se aplicó a un enfoque “de abajo hacia arriba” de las dinámicas de desarrollo, perdió su connotación “vertical” y pasó a denotar un proceso de concertación en que participaban todos los interesados directos del territorio. Este cambio de orientación doble se vio confirmado por el tono sociopolítico (y no meramente técnico o económico) de las decisiones relativas al ordenamiento territorial. De este modo, el concepto de ordenamiento se articuló con la crítica política predominante en las concepciones de las ciencias sociales y el desarrollo en América Latina.

DESARROLLO LOCAL

Se encuentra relacionada con las políticas de desconcentración y descentralización relativas al reajuste postestructural, que impulsaron a los gobiernos locales a asumir las funciones tradicionalmente desempeñadas por el gobierno central, como el fomento del desarrollo económico, el mantenimiento de la infraestructura, la prestación de servicios y cierto grado de protección contra los riesgos para el medio ambiente. El hecho de que la mayor parte de los administradores y políticos locales carecieran de la necesaria competencia técnica a menudo facilitó el acceso a los Concejos Municipales por parte de las instituciones de la sociedad civil (empresas, centros de investigación, organizaciones populares, sindicatos, cámaras de comercio, etc.) en grado de prestar un nivel de asistencia apropiado. Además, debido a los limitados recursos públicos, la necesidad de agrupar iniciativas públicas y privadas (y a veces ofrecer asistencia internacional) cobró cada vez mayor fuerza. Como resultado, las administraciones locales perdieron su alcance “burocrático” tradicional y se convirtieron en el punto de convergencia de los procesos de consulta y de concertación, con participación de todos los actores sociales del territorio municipal. Durante la primera mitad de los años noventa esta evolución fue especialmente evidente en los países cuyos gobiernos -debido a los graves conflictos políticos nacionales- no estaban suficientemente capacitados o legitimados para controlar el Estado periférico, por lo que los gobiernos locales descentralizados adquirieron un alto grado de autonomía (por ejemplo en Colombia, El Salvador, Perú y Chile).



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